Ideas para el intercambio de parejas para que lo disfrutes al máximo

La monogamia es el modelo imperante en las relaciones afectivo-sexuales, que se basan en un ideal de exclusividad sexual durante el periodo de tiempo que ambas partes consideren oportuno.
El vínculo que une a las personas monógamas es el matrimonio, la ley o el derecho consuetudinario.
En esta concepción, perfectamente válida, las relaciones de pareja son únicas, estáticas y para siempre. El problema de esta noción es que cada vez son menos las personas que encajan en esta cosmovisión: de hecho, no estamos biológicamente programados para desear físicamente solamente a una persona a la vez o a experimentar placer de una única manera.
Cuando nos abrimos al deseo de experimentar otras posibilidades nos damos cuenta de que no todo el mundo está psicológicamente preparado para ver a su pareja acariciándose con otra persona.
¿Qué incluye esta práctica?
- No existe una sola manera de realizar intercambios de pareja. Las principales maneras de realizarlo son:
- Mirar como otra pareja se relaciona sexualmente solamente entre ella.
- Ser observado mientras tú y tu pareja practicáis sexo.
- Participar en sesiones de grupo con una o más parejas.
- Soft Swing: besos, caricias o sexo oral con una tercera persona.
- Full Swap: tener relaciones sexuales completas con penetración sexual con una persona diferente a la pareja habitual.
Las relaciones de pareja, hoy
¿Qué es una relación de pareja para tí? Seguramente no tengas una única definición, pero la mayoría de las personas monógamas te dirá que consiste en el acuerdo de dos personas que deciden hacerse compañia en un plano personal, intimo, apegado a unos valores y con unos objetivos comunes.
Dentro de esos valores y objetivos comunes puede que la monogamia no sea tan importante, o por lo menos no sea un elemento esencial de la relación de pareja.
Esta idea de que no todo es cerrado o está limitado por la expresión del amor y el deseo a una sola persona abre la posibilidad a probar cosas nuevas.
Si estás pensando en abrir tu relación de pareja, o por el contrario es tu pareja quien te ha planteado esta posibilidad, hoy queremos contarte algunas ideas clave que deberías tener en cuenta para que los dos, o más, lo disfrutéis al máximo.
La confianza
La confianza es una de las claves de todo intercambio de parejas. No porque sea lo más importante, sino porque la confianza es clave en la construcción de una relación de pareja y en la consecución de los objetivos comunes.
Acostarte con otra pareja o hacerlo delante de la tuya requiere un trabajo previo en el que la confianza juega un papel esencial.La segunda idea clave para disfrutarlo al máximo es que debes ser alguien muy abierto a la experiencia, que es precisamente uno de los rasgos de la personalidad.
Apertura a la experiencia
El intercambio de parejas es un tema transgresor porque es una manifestación de las muchas que puede tener una “apertura” de la relación. Dicho de otro modo, el intercambio es un tipo de pareja abierta.
Hay muchas maneras de puntuar en “apertura a la experiencia”, pero tal y como destaca Rafael San Román, psicólogo de la plataforma de psicología ifeelonline.com:
Tiene que ser alguien con curiosidad, que no se conforma con su situación, que quiere probar cosas nuevas, que tiene inquietudes.
Asertividad
Una vez hayas valorado que puedes o podrías participar en un intercambio de parejas convirtiéndose en una realidad plausible, es el momento de compartirlo con tu pareja desde tu asertividad individual, pero también desde la confianza que habéis construido desde que nació vuestra relación.
Decir qué deseas, por qué lo deseas y cómo lo deseas es esencial para que el intercambio de parejas funcione.
Ser paciente
“No se nace swinger, se llega a serlo.
Necesitas encontrar tu propia postura y ubicación dentro de esa práctica sexual. “El intercambio de parejas no lo decides en un instante; ni lo planteas de una tacada; no puedes suponer que solamente lo hablarás en una única conversación; ni sabes si la primera vez que hables del tema te sentirás cómodo y la segunda no, o al revés”, sentencia el psicólogo de ifeelonline.com.
Se trata de un proceso de búsqueda, como tantas otras cosas en una relación, en la que te vas encontrando diferentes resultados. Necesitas darte tu tiempo para incorporarlo y “comprender lo que te está ocurriendo”.
Comunicación
Necesitas prepararte para realizar esta práctica sexual y para hacerlo debes comunicarte mucho y comunicarte bien con tu pareja.
Necesitaréis pactar y negociar vuestros límites. No deis por hecho que, porque aceptáis de manera explícita que vais a realizar un intercambio, estáis automáticamente de acuerdo con todo lo que va a suceder. Es importante no dar por hecho nunca nada y vale más decir obviedades que dar por sentadas cosas que después no habíamos valorado y que, si ocurren, podrían hacernos daño.
No lo hagas por estos motivos
El principal motivo por el que no deberías hacerlo es cuando la vida sexual de la pareja va mal. No debe realizarse como un salvavidas cuando todo lo demás va mal como si fuera un intento desesperado de reflotar la relación.
Los expertos en psicología recomiendan no realizarlo “si no lo hemos hablado bien. Si no hemos dejado claros todos los puntos que queremos que nunca sucedan. Si no hemos pactado y aclarado cuáles son nuestros límites y nuestras líneas rojas”.
Otras razones para no practicar el intercambio de parejas son tener actualmente una rutina aburrida con tu compañero o el deseo encubierto de terminar la relación.
Saber responder a unas preguntas clave
- Es importante que antes de poneros manos a la obra resolváis las siguientes dudas:
- ¿Qué es para ti el intercambio de parejas?
- ¿Cómo lo vamos a hacer?
- ¿Con quién?
- ¿Dónde lo haremos?: ¿en un local? ¿en casa? ¿nos descargaremos una aplicación de móvil?
- ¿Tienes alguna duda?
- ¿Tienes algún miedo?
- ¿Hay alguna cosa que te gustaría que no sucediera?
- ¿Qué prácticas sí podemos hacer y qué prácticas no podemos hacer con terceras personas?
- ¿Podemos repetir pareja sexual?
Y todas las preguntas que se te ocurran. Incluso más allá del día que se las plantees a tu pareja. Cualquier duda debe ser resuelta antes de empezar.
Es reversible
Es importante recordar, para que nadie se angustie, que todo es provisional. Tenemos que tomar decisiones claras y explícitas, negociadas entre los dos, pero son reversibles.
Podemos cambiar de opinión. Si no nos gusta, si no nos convence, si practicar el intercambio de parejas nos perturba de alguna manera, podemos dejar de hacerlo.
De la misma manera que decides una cosa, puedes decidir la contraria. Como concluye Rafael San Román:
“No le tienes que dar explicaciones a nadie más que a vosotros mismos. Es vuestro juego y lo diseñáis a vuestra manera. Es un medio, no un fin: es una herramienta para lograr algo.
